Reto a tu mente con estas adivinanzas imposibles para adultos

Reto a tu mente con estas adivinanzas imposibles para adultos

Adivinanza: El sol brilla en el día, la luna en la noche, ¿qué es lo que nunca se apaga y siempre está presente en nuestras vidas? (La esperanza)

Índice
  1. Desafía tu mente con estas adivinanzas inesperadas para adultos
  2. Adivinanzas imposibles para adultos
  3. Más desafíos en forma de adivinanzas
  4. Adivinanzas avanzadas para desafiar tu mente

Desafía tu mente con estas adivinanzas inesperadas para adultos

Tan alta como un campanario, en invierno se viste de blanco y en verano de varios colores.

(La nube)

Tiene agujas y no pincha, y en un solo lugar se queda.

(El reloj)

Negra por dentro, verde por fuera, si quieres que te lo diga espera.

(La aceituna)

No es ave y tiene alas, por las noches no descansa.

(El murciélago)

El que lo tiene lo guarda, y el que lo compra no lo disfruta.

(El ataúd)

Largo como la noche y corto como el día, viene sin ser llamado y se va sin ser despedido.

(El sueño)

Cabeza blanca, dientes negros, si quieres que te lo diga, espera a los primeros.

(El maíz)

Aunque no soy metal, te puedo servir de trinquete; ¿quién soy?

(La cuchara)

Blanca por dentro, verde por fuera, si quieres que te lo diga, espera.

(La pera)

Tiene ojos pero no ve, tiene agua pero no bebe.

(La papa)

Con cuatro patas corre veloz, pero sin boca no puede hablar ni hacer ruido.

(La mesa)

En el campo me crié, en un castillo me metí, y aunque nunca hablo, siempre cuento hasta tres.

(El reloj de arena)

Paso sin pisar el suelo, corro sin tener piernas, hago ruido sin tener boca.

(El río)

Fui creado sin saberlo, y a todos impresiono, cuando llegue mi momento, ya verás cómo empiezo a sonar.

(El reloj)

Siempre sube y nunca baja, siempre se ríe y nunca llora.

(El termómetro)

Del cielo caen mis tesoros, blancos, ligeros y redondos.

(La nieve)

Cuando más grande menos se ve, ¿qué es?

(La oscuridad)

Me rompo cada vez que hablo, ¿quién soy?

(El silencio)

En plata vivo y en oro muero, dulce nombre de un caballero.

(Don Quijote)

Sube y baja sin moverse, ¿qué es?

(El termómetro)

Adivinanzas imposibles para adultos

Las adivinanzas son una forma divertida de ejercitar la mente y poner a prueba nuestra creatividad e ingenio. Aquí te presentamos una lista de adivinanzas especialmente desafiantes para adultos, ¡a ver si puedes resolverlas todas!

Blanca por dentro, verde por fuera; si quieres que te lo diga, espera.

La pera


Un señor muy caballero, con capa y espada, va delante de un enjambre, abriendo la jornada.

El abanico


Verde por fuera, blanco por dentro, si quieres que te lo diga, espera un momento.

El plátano


Tengo agujas y no sé coser, tengo números y no sé leer.

El reloj


Negra como el carbón, dulce como la miel, mis padres se fueron a Belén y yo también.

La uva


Vuela sin alas, llora sin ojos, y habla sin boca.

La nube


Camina sin piernas y vuela sin alas.

La carta


Alto como un pino, pesa como un comino.

El alfiler


En el campo me crié, en el campo me dejé; si no adivinas cuál es, un beso te daré.

La sandía


Golpe tras golpe va destrozándose, siempre aunque te des no está cansándose.

El martillo


Oro parece, plata no es, y quien no lo adivine bien tonto es.

El plátano


De ojos claros vengo, de cristal me entretengo, soy muy frágil y delgado y me rompo con un sonido.

El hielo


Quien me hace no lo come, quien lo compra no lo usa y quien lo usa no lo ve.

El ataúd


Aunque soy rey, prefiero el bastón, y sin ser rama me parezco al rincón.

El as de espadas


Llena de agujeros, pero igual retiene el agua.

El escurridor

Más desafíos en forma de adivinanzas

Blanco como la cal, negro como el carbón, ¿qué será? No es tan difícil, presta más atención.

El periódico


Del mar vengo, de segura muerte traigo el mensaje.

El pescado


Aunque no soy oro, brillo en la mano del señor.

El anillo


Verde por fuera, roja por dentro, si quieres que te lo diga, espera un momento.

La sandía


Alta como un pino, cabe en un cucharín.

La sombra


Nunca lo he visto ni vióme nadie, y, sin embargo, siempre está en mi compadre.

El sueño


Ligera como pluma, más fuerte que acero, los soldados mueren si caen primero.

La orden


Nadie lo ha visto nunca, nunca lo verá; y sin embargo, a todos acompaña.

La sombra


No soy planta, no soy animal, guardo cosas, pero no dinero ni metal.

El armario


Si quieres que te lo diga, es algo que en casa brilla.

La bombilla


No tiene patas y camino, no tiene cabeza y llevo flechas consigo.

El barco


Dentro de un arca blanquecina, un yunque encima, sobre y muela fina.

El diente


En el aire me suspiren, en la tierra me mantienen, en alta mar desaparezco, ¿qué será?

El humo


Sin voz, sin cuerpo, adivina quién es el que rueda y deja muchas huellas.

El tiempo


Soy instrumento de cuerda, cuerpo de madera, si no adivinas pronto, te diré que era.

El violín

Adivinanzas avanzadas para desafiar tu mente

Con hojas verdes o amarillas, yerba fresca o seca y agujeros en la barriga.

El queso


Viste de verde, duerme de día y a medianoche sale a dar alegría.

El grillo


Volando va por el cielo, con el pico corta el suelo.

El rayo


Caja redonda, sin alma ni vida, y en ella se esconde la música dormida.

El tambor


Cruza los prados, las huertas y campos, no tiene patas, ni alas, ni manos.

El camino


Con traje verde y espuelas amarillas, si no lo adivinas, eres una tortuga sencilla.

El guisante


Dicen que soy redondo, voy de cuna en cuna, y si te descuidas, en la cama retumbo.

El ronquido


De cristal vivo, de cristal muero, triste reclusión la que padezco.

El cubito de hielo


Más pequeño que un ratón, y guarda la casa mejor que un león.

La cerradura


Dentro de la copa un soldado, que en el agua se ha ahogado.

El aceituna


Altas torres, grandes tesoros, mil ventanas, ningún clavo.

El castillo de arena


Como un circo tan variado, en un solo estuche, sosegado.

El estuche de lápices


Aunque tenga ojos, no puedo ver, y aunque tenga patas, no puedo correr.

La mesa


Con su capa verde, en la punta su gorro rojo lleva; si le soplas da la vuelta.

El puerro


De casta le viene al galgo, la sospecha al cargo y el mínimo al trabajo.

El suspiro

¡Espero que estas adivinanzas imposibles para adultos hayan desafiado tu mente y despertado tu curiosidad! Recuerda que en el mundo de las adivinanzas, siempre hay un enigma por descubrir. ¡Hasta la próxima aventura de ingenio y misterio!

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